No me gusta para bañarme… si me cuesta mis minutos largos meterme en aguas alicantinas, no me planteé en ningún momento meterme en esas tan frías. Sin embargo, me gusta sentarme y mirar las olas… hace que te des cuenta lo realmente pequeño que eres.
Uff, que mal me ha sentado el síndrome post-vacacional, es que cuatro días no son nada.
Nota Mental: los pies también son parte del cuerpo… auuu.
Me has recordado un libro del Gomaespuma Juan Luis Cano: "Las piernas no son del cuerpo". Parece ser que es lo que le decía su madre de pequeño, porque llevaban pantalón corto aunque hiciese muchísimo frío.
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