martes, 27 de julio de 2010

That afternoon


Ayer me pasó una cosa curiosa. Llevaba toda la tarde buscando un buzón de correos para mandar una carta, y al final lo encontré en la puerta del Sol. Estaba al lado de una parada de taxis que hay allí… y un taxista, me vio y empezó a hablarme. Yo en ese momento llevaba mi disfraz: los cascos y la cámara (las gafas de sol no, porque eran las diez de la noche, y cuanto menos es raro), pero me los quité para ver que me decía.

Me comentó que le parecía bonito ver a alguien mandar una carta… yo en ese momento pensé en lo extraño que era ver a alguien mandando una carta a esas horas. Supongo que sonreí, y le dije que cada vez es más raro, pero que todavía hay gente que le gusta estas cosas.

Creo que el hombre tenía ganas de hablar, y a mi me pareció entrañable que se fijara en ese detalle, y seguimos con la conversación. Me comentó que una vez, durante una carrera, dos jóvenes le preguntaron que cómo se hacía antes para comunicarte con los demás… en ese momento se me debió quedar cara de estupefacta, porque el hombre sonrió. Me comentó que los jóvenes le dijeron que cómo podían hacer para quedar sin Messenger o e-mail (menos mal que no comentaron nada de Facebook, si no creo que no respondo de mi), y yo hice mi defensa de esa cosa llamada teléfono fijo, que quieras que no lleva más años inventado que el iPhone o la Blackberry.

Creo que en ese momento se me ha caído mi más de cuarto siglo encima. Supongo que soy de la generación del salto, que está entre las horas en el parque jugando y las horas de GameBoy, pero que veíamos aparecer Internet. Joder, yo no soy tan vieja y he escrito cartas (y no me refiero a felicitaciones de navidad)… ¿qué edad tenía esos chicos?

Soy algo techie (aunque no compulsiva, porque mi sueldo no me lo permite) pero considero que hay cosas que puede complementarse. Hay algo especial y encontrar cartas que no sean del banco o facturas, ¡dónde va a parar!… Saber que alguien se ha molestado en escribir algo expresamente para ti hace que te cambie el humor, por lo menos para ese día.

Supongo que si cosas como mandar una carta es poco habitual es, en parte al menos, problema de la velocidad de vida actual: queremos ver las fotos en el instante, que nos cobren rápido o llevar lo último en ropa y/o tecnología… y nos hemos olvidado que esperar un poco por ciertas cosas tiene algo de especial. Queremos una contestación inmediata de casi todo, y creo que ya no recordamos que nuestra letra no es ni Times New Roman ni Tahoma (Comic Sans, nunca salir de los tebeos).

Quizá sea una nostálgica, pero creo que hay ciertas cosas que no se deberían perder. Aunque quizá sólo sea el estrés de la ciudad, y personas que tienen que ser pacientes y esperar a que el cliente abra la puerta de tu ‘oficina’, pueden fijarse en esas pequeñas cosas.

Desde aquí un saludo especial a esos observadores de la ciudad: los taxistas.

6 comentarios:

  1. HOla ¿que tal? cuando no me hacen escribirte las fotos, lo hace la música y si no lo que cometnas...jajaja NO me dejas descansar! jiji

    Yo, este año, me he sentido síper especial, por eso mismo... Recibí una postal, que aunque no han sido tan abandonadas como las cartas, hacía tiempo que no me llegaba nada al buzón, nada escrito con cariño, se entiende... Sintiéndome ya colmada de alegría, al mes o así, me llegó un sobre con una carta y un regalito unos días antes de mi cumple... Y cuando creía que ya había tocado techo, a los dos días me llegó un paquete de otra persona, con otra carta y otro regalo; un cuadro pintado... Primero pensé que debo ser una clásica que inspira a los de mi alrededor a hacerme este tipo de cosas, luego me di cuenta que no, que debo ser lo suficientemente especial(para ellos) como para hacer que dos personas diferente, y que no se conocen entre sí, tuvieran esa misma idea, porque sabían que me haría ilusión, porque me encanta cuidar los detalles y que los demás también lo hagan... Y me gustó colaborar a que algo tan mágico como que un señor repartidor llame a tu puerta con un paquete para ti, o que en tu buzón haya algo escrito de puño y letra, siga siendo algo que ocurre en plena era de las tecnologías...

    Los taxistas son un mundo aparte! jajaja viva lso taxistas! y viva las cartas !!

    un beso!

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  2. A mi me parece bien que no descanses... mira tú :)

    Son cosas como esa las que te hace que te des cuenta de ciertos detalles que molan, sin que te cueste nada... Sí, vivan las cartas.

    Un abrazo!

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  3. Ya me ha llegado..pero siento comunicarte que el carrete..es en color!la verdad que aunque tengas fotones en ambos modos me gustaba mas la idea de tener tu primer carrete en b&n,pero conociendote no te haré repetirlo..jaja

    Yo hace poco que volví a retomar esto de las cartas,por ti,y la verdad que si que mola que aparezca el cartero con algo así

    P.d:Lo de tu dibujo creo que ya lo encontre..si aun sigues queriendo ir te llevare la proxima vez :)

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  4. yayaya... soy nueva en esto de lo de carrete, pero hasta tenía claro que era de color :) Sigo pensando que te estás haciendo demasiadas ilusiones con ese carrete, no creo que salga na... pero ya me contarás.

    Sé buena.

    P.S: Por qué no iba a querer que ir?

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  5. Pero yo pense que me habias dicho que era de b&n..bueno luego lo llevo a revelar y haber que sale,ya te dire,si sale algo las escaneo y te enseño.

    Besins!

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  6. Me encanta esta imagen.

    Y me encanta tu historia y tu reflexión, a veces es bueno esperar, hay que tomarse la vida con más tranquilidad. Por ahí anda la filosofía slow...

    Saludos!

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