martes, 21 de octubre de 2014

Aflojar a fondo



¿Por qué I.R.A.? ¿Por qué enfrentamos el instinto a la razón, en vez de dejar que convivan en armonía?

Somos contradicción. Una parte nos dice hazlo, otra parte nos dice no. Sabemos cuál es el camino, pero en vez de seguirlo, nos salimos para luego quejarnos por habernos perdido. Inventamos excusas que convertimos en motivos. Confundimos lo que debimos hacer, con lo que realmente hicimos... y vivimos.

Vivimos, deseando siempre algo que no tenemos y lo perseguimos. No hay ni uno solo de nosotros diga que ha conseguido todo lo que un día quiso. Porque no se puede... pero aunque no se pueda, insistimos. Y ese buscar lo imposible, es nuestra bendición y nuestro castigo.

Somos dueños de un montón de sueños. La decepción es el precio cuando se intenta alcanzar el cielo, para ver que se te escurre entre los dedos... Y somos eso, el deseo de ser como nos gustaría, sin poder llegar a serlo. Nuestra razón comprende límites, pero nuestro instinto se niega a verlo.

Somos eso: Seres imperfectos que sueñan con ser perfectos, y se recriminan a si mismo sus defectos... que aplauden las grandes gestas, en vez de los pequeños gestos.


Canción del día 



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