martes, 4 de junio de 2013

Stardust


Lo más alucinante es que cada átomo de tu cuerpo vino de una estrella que estalló. Y, los átomos de tu mano izquierda, probablemente, proceden de una estrella diferente que los de tu mano derecha. Es, verdaderamente, lo más poético que sé de la física: todos somos polvo de estrellas. Tú no podrías estar aquí si estrellas no hubieran estallado, porque los elementos – el carbón, el nitrógeno, el oxígeno, el hierro, todas las cosas que importan para la evolución – fueron creados al principio de tiempo. Se formaron en la caldera de los nucleos estelares y el único modo de que llegasen a tu cuerpo es que esas estrellas tuvieran el detalle de estallar. Así que olvídense de Jesús, las estrellas murieron para que pudieran estar hoy aquí.

Lawrence Krauss  


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