sábado, 3 de julio de 2010

Lo prometido es deuda



Suelo pensar (aunque diga que es malo, lo hago más de lo que debería), que las cosas buenas, o las que más significado tienen para mi, siempre me pasan sin que yo las espere… las malas también, pero hoy estoy de buen humor (y aparte no es el tema). La capacidad de asombro, a pesar de todo, es una cosa que no permito que disminuya, y por eso me sorprendo cuando la gente me regala tardes al aire libre.

La gente de ciudad, bueno yo, aprecio ciertas cosas… una invitación a un café, que acaba a 40 km de Madrid, rodeada de árboles, hormigas carnívoras y pipas, a mi me parece un buen plan para pasar una tarde. Incluso la continúa duda de si íbamos a encontrar el coche aparcado dónde lo dejamos, no pudo enturbiar la gran tarde que fue.

Quizá la gente no digamos ciertas cosas todo lo que deberíamos, por eso me he permitido estas líneas, para agradecerte esa tarde, y otras que espero que lleguen. Tengo muchos defectos, demasiados, pero no suelo faltar a las cosas que prometo… la palabra de cada uno, es de las pocas cosas que nos pertenecen.

Ya ves, no estaba dándote largas, estaba buscando las palabras, soy muy lenta en eso… no es mi punto fuerte. Otra vez, gracias.

Canción del día:

El Chojin - Sólo para Adultos (Con Baron Ya Buk-Lu )

Pensamientos que fueron puliendo a un niño pequeño
y hechos que hicieron que el tiempo tuviera un provecho.
Aprendí a leer,
aprendí por qué tenía que aprender,
aprendí a saber, que el saber no está en un papel.
Aprendí el valor del silencio, a ser negro,
a partirme la cara por mi respeto.
Que si el mundo no es justo, yo no tengo porque serlo…
y a jugármelo todo por los que quiero.
Soy un hombre que se opone a ser mediocre,
y los que no crean en mí, que me perdonen.

1 comentario: